Todos estamos de acuerdo en que leer un balance no es tarea fácil y puede resultar complicado familiarizarse con él al inicio de una empresa. Sin embargo, es una herramienta esencial que muestra la situación financiera de tu empresa en un momento determinado. Que no cunda el pánico, aquí tienes algunas claves para echar un vistazo rápido a tu declaración de la renta…
Balance
El balance es un documento contable que presenta la situación financiera de una empresa en un momento determinado: la fecha del balance. Se compone de dos partes. Por un lado, elactivo: lo que poseo, ordenado de arriba abajo, de lo menos líquido a lo más líquido. Por otra parte, el pasivo, que representa lo que debo. Estos pasivos están ordenados de arriba abajo, de menos a más adeudados.
El balance debe estar equilibrado, es decir, el activo total debe ser igual al pasivo total.
Indicadores clave del balance :
El coeficiente de solvencia (fondos propios/activo total) indica tu independencia financiera. Lo ideal es que sea como mínimo del 25%.
El capital circulante (el exceso de tus recursos sostenibles sobre tus activos estables) es un importante indicador de resistencia. Debe representar al menos el 20% de tus créditos comerciales + existencias.
El Activo Profesional Neto (inmovilizado neto compuesto por inmovilizado inmaterial, material y financiero) es un elemento contable que también debe conciliarse con el estado real de tu inmovilizado y sus precios de mercado. Tus inversiones materiales (inversiones en activos físicos destinados a ser utilizados a largo plazo por la empresa como medios de producción) deben preverse. En particular, las inversiones en renovación por desgaste, o actualizaciones para cumplir los requisitos normativos.
El flujo de caja (Capital circulante – Necesidad de capital circulante) ¡es el nervio de la guerra! Es esencial comprender y controlar los plazos de pago a tus clientes y proveedores. También lo es el tiempo de rotación de tus existencias y el ciclo operativo, con o sin variaciones estacionales en tu negocio.
Cuenta de pérdidas y ganancias
Es la presentación de todos tus ingresos y gastos de un ejercicio. Es esencial que pienses en términos de cambios y no de valores absolutos a lo largo de un solo año, y que te fijes en los acontecimientos clave que pueden haber influido en tus resultados.
Los SGI (balances intermedios de gestión) de la Cuenta de Pérdidas y Ganancias te darán una lectura directa de los ratios esenciales:
Volumen de negocio Refleja tu nivel de actividad.
Margen ¿Compro y vendo al precio correcto?
Valor añadido ¿Controlo mis costes externos (alquiler, energía, suministros y mantenimiento, tasas diversas, seguros, arrendamientos, etc.)?
Beneficio bruto de explotación Es tu indicador de rentabilidad y debe permitirte pagarte a ti mismo, si tu remuneración no está ya incluida en los gastos de personal, y hacer frente a tus compromisos (reembolso de préstamos, gastos de financiación a corto plazo, impuesto de sociedades, etc.).
Ingresos netos Ingresos netos: depende de ti encontrar el equilibrio entre deducir una parte (deducciones privadas, reparto de dividendos), reinvertir en tu empresa, dejar una parte en reserva, etc.
Flujo de caja (capacidad de autofinanciación): es un ratio que evalúa los recursos generados por tu ciclo de explotación, que te permiten financiarte. El flujo de caja te permite determinar si tu empresa necesita recurrir a recursos externos.
Es una buena idea comparar estos indicadores con las normas del sector disponibles en Internet para ver dónde están tus puntos fuertes y dónde tienes que mejorar.
Tu contable y tu socio bancario están ahí para apoyarte durante toda la vida de tu empresa.
¡Empieza a contar! 🤓
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Alexia Fray – Analista financiera profesional y formadora en análisis financiero, Crédit Agricole Pyrénées Gascogne.