Las nuevas formas de trabajar significan coworking. Es una palabra que está apareciendo en los pasillos de las empresas y en las cabezas de los empresarios… pero ¿de dónde viene? ¿Quién creó este concepto? ¿Por qué esta forma de trabajar es cada vez más importante en nuestra sociedad? Tenemos nuestra propia idea… sin duda porque probarlo es adoptarlo.
Los orígenes del Coworking
La aventura comenzó en 1995 en Alemania. Un espacio llamado C-base ofrecía a los entusiastas de la tecnología la posibilidad de reunirse y colaborar en un entorno abierto y acogedor. Una primicia! Cuatro años más tarde, fue en América donde Bernie de Koven, escritor y diseñador de videojuegos, utilizó oficialmente la palabra «coworking». La autonomía y la no competencia eran sus leitmotiv.
En 2005 se inauguró en San Franciso el primer espacio de coworking. A su creador, Brad Neuberg, los centros de negocios le parecían demasiado fríos y poco propicios para el nacimiento de nuevas ideas. Así que decidió asociarse con Chris Messina, el inventor del hashtag (entre otras cosas), y le pidió que eligiera el nombre del espacio: La Fábrica de Sombreros.
De vuelta a Alemania. Abre en Berlín el primer café coworking. En el menú: bebidas calientes y wifi gratuito. Para que los clientes puedan trabajar en un entorno agradable, como en casa.
Todo eso está muy bien, pero ¿y en Francia? En 2008, Francia acogió su primer espacio de coworking: La Cantine. Un lugar dedicado a la innovación creado por Silicon Sentier, que reúne a autónomos y emprendedores. En el centro del proyecto, ¿lo has adivinado? ¡la colaboración!
¿Y hoy? En Francia hay 1.700 espacios de coworking. Y eso es sólo el principio.
¿Por qué deberías probar el coworking?
El equilibrio adecuado entre la vida profesional y personal
Estos «terceros lugares» ayudan a encontrar un equilibrio entre la vida profesional y la personal. ¿Cómo lo hacen? Ofreciendo espacios donde relajarte: salas de yoga, salas tranquilas, cafés de trabajo, azoteas….En resumen, desconectar para reconectar mejor;
Los espacios de coworking facilitan conocer gente
Instalar tu oficina en un espacio de coworking aporta una ventaja apreciable: la pertenencia a una comunidad. Es fácil crear vínculos y comunicarse con distintos tipos de profesionales: fundadores de pequeñas empresas, creadores, autónomos, empresarios de nueva creación, pero también empleados de grandes empresas que se instalan durante un periodo en modo intraemprendedor… ¡todo lo que necesitas para estimular tu creatividad!
Trabajar en un espacio cálido y bien equipado
Instalar tu oficina en un espacio de coworking aporta una ventaja apreciable: la pertenencia a una comunidad. Es fácil crear vínculos y comunicarse con distintos tipos de profesionales: fundadores de pequeñas empresas, creadores, autónomos, empresarios de nueva creación, pero también empleados de grandes empresas que se instalan durante un periodo en modo intraemprendedor… ¡todo lo que necesitas para estimular tu creatividad!
Bajo coste
Al alquilar un puesto de trabajo en un espacio de coworking, puedes concentrarte plenamente en tu negocio sin tener que preocuparte de seguros, costes de conexión, obras, limpieza, café, reposición de mobiliario, etc. En un espacio de oficina compartido, todo está incluido, todo está llave en mano. ¡Y nada de contratos de alquiler de 3/6/9! La flexibilidad es lo que cuenta. La mayoría de los lugares ofrecen sólo un mes de preaviso en caso de marcha.
Centrarse en Le Connecteur
Le Connecteur es uno de estos lugares, que ofrece espacios de coworking, salas de reuniones, un auditorio, un anfiteatro, una sala de exposiciones y restaurantes. Está situado en el corazón de Biarritz. Diseñado y financiado por Crédit Agricole Pyrénées Gascogne, su inauguración está prevista para septiembre de 2021.
Todo empezó con una idea sencilla: todo el mundo debe poder trabajar y aprender donde quiera vivir. ¿Por qué abandonar tu corazón cuando puedes crear valor y puestos de trabajo en un lugar perfectamente adaptado a las nuevas formas de trabajar? Se acabó la fuga de talentos a las grandes ciudades. Las ciudades medianas ofrecen ahora soluciones perfectamente competitivas. Biarritz tiene la suya propia con Le Connecteur.
Es bonito, sencillo, eficaz y útil para la región.