La experiencia del empleado: una carrera profesional bajo la bandera del bienestar

Cuando hace unos años hablábamos del bienestar en el trabajo, se hacía hincapié sobre todo en el entorno (el lugar, el equipo, las condiciones prácticas de trabajo). Entonces Covid-19 dio la vuelta a la tortilla, y la rápida introducción del teletrabajo planteó otras cuestiones: la salud mental, la organización del trabajo y del tiempo fuera de la oficina, la redefinición de la gestión, el papel del entorno «empresa», etc. Se hizo patente la necesidad de un enfoque global, y la experiencia del empleado intenta responder a ello contemplando al profesional como un todo. La experiencia del empleado no es sólo una forma inteligente de fidelizar a los empleados (del mismo modo que se fideliza a los clientes), sino también de integrar la noción de bienestar más allá de las cuestiones de servicios a los empleados y ergonomía.

¿Cuál es la experiencia de los empleados?

La experiencia del empleado resuena con fuerza en nuestros oídos con la experiencia del usuario. En marketing, la UX (Experiencia de Usuario) se refiere a la calidad de la experiencia que tiene un usuario en cualquier situación de interacción, tanto si el entorno es digital como físico. Por ejemplo, al navegar por un sitio web, conviene tener en cuenta cuál será la experiencia del usuario, su recorrido por el sitio web que le llevará a la compra de un producto o a una llamada de servicio.

La experiencia del empleado se ocupa del recorrido del profesional por el sistema de la empresa, desde su contratación hasta su salida. Este enfoque global tiene en cuenta las interacciones, emociones y percepciones que experimenta un empleado durante su estancia en la empresa. Su fuerza reside en que se centra en las 3 dimensiones (organizativa, relacional e individual) que conforman el perfil de un profesional.

Experiencia del empleado y bienestar en el trabajo: ¿cuáles son los vínculos?

La OMS define el bienestar en el trabajo como «un estado de ánimo caracterizado por una armonía satisfactoria entre las aptitudes, necesidades y aspiraciones del trabajador, por una parte, y las limitaciones y posibilidades del entorno laboral, por otra». En resumen, poner en armonía a las personas y la economía. Esto es precisamente lo que se propone hacer laexperiencia del empleado, situándolo de nuevo en el centro de atención y reequilibrando la relación con la empresa.

Más que una tendencia, una necesidad real

En un contexto de múltiples cambios, las empresas se ven obligadas a reinventarse. Esto es especialmente cierto en lo que respecta a su capacidad para atraer y escuchar a sus empleados. En algunos sectores que luchan por captar o retener talentos, la pregunta crucial es «¿cómo hablamos con nuestros empleados? Considerar el bienestar en el trabajo a través de la experiencia del empleado significa escuchar todos los parámetros que conforman el perfil de un profesional: competencias, por supuesto, pero también competencias blandas, de organización, interpersonales y emocionales. Significa preguntarse por su trayectoria profesional, en el sentido de su paso por la empresa.

QWL Calidad de vida en el trabajo

El bienestar se refiere al sentimiento de satisfacción general de un empleado con su empresa. Satisfacción que les permitirá convertirse en profesionales realizados y, por tanto, con éxito en su trabajo. Este concepto va mucho más allá de la salud física y mental. Aplicado al mundo laboral, engloba todo lo que favorece una buena adecuación entre los objetivos de la empresa y la realización profesional individual. Se resume en el enfoque QWL (Quality of Life at Work), que reúne las acciones que concilian la mejora de las condiciones de trabajo de los empleados y el rendimiento de las empresas.

He aquí algunos ejemplos:

  • gestión participativa,
  • vida social en el trabajo,
  • organización,
  • contenido del trabajo,
  • igualdad profesional,
  • trayectoria profesional dentro de la empresa, etc.

En concreto, los beneficios para la empresa

Pensar en la experiencia del empleado tiene muchos beneficios, no sólo para el empleado individual (cuya trayectoria profesional se ve así reforzada), sino también para la empresa:

  • Mayor productividad: cuando se gestiona adecuadamente, la experiencia de los empleados crea un clima de trabajo más propicio a la productividad, porque los empleados que reciben comentarios sobre su trabajo están dispuestos a comprometerse. Un clima de coherencia también anima a los equipos a trabajar mejor juntos, lo que a su vez estimula la creatividad, ¡esa habilidad blanda tan codiciada!
  • Mayor atractivo y reputación: la imagen de la empresa también depende de la opinión que los candidatos o empleados tengan de su experiencia de contratación o de su experiencia dentro de la empresa. Si esta interacción es positiva, el boca a boca circulará positivamente y creará atractivo.
  • Retención del talento: la frecuente rotación de personal nunca es una buena señal para una empresa, y socava su imagen tanto interna como externa. Prestar atención a la experiencia de los empleados les ayuda a crecer dentro de la empresa, a sentirse bien consigo mismos y, por tanto, a quedarse más tiempo y ser más productivos. Es un círculo virtuoso.
  • Compromiso de los empleados: somos conscientes de que el sentimiento de pertenencia a la empresa es un elemento fundamental del compromiso y, por tanto, del crecimiento de una empresa. Los empleados también se identifican más con una empresa que se preocupa por su bienestar y, en respuesta, están más dispuestos a implicarse.
  • Reducción de costes (relacionados con el absentismo, las bajas por enfermedad, la asistencia sanitaria): interesarse por el bienestar de los trabajadores ayuda a prevenir una serie de problemas de gestión o de salud, reduciendo así los costes.

Experiencia del empleado: la equidad es esencial

Evitar que los empleados se vayan se ha convertido en una cuestión clave para las empresas. La marcha de un miembro de un equipo siempre es un poco «traumática», que puede incluso provocar trastornos entre los empleados, salidas en dominó, etc. Una empresa busca la estabilidad y, por tanto, tiene todo el interés en que los empleados se sientan bien y prosperen para rendir bien. Podrías pensar que la promoción sería un argumento imparable para retener el talento. Sin embargo, está claro que la promoción por sí sola no basta.

No todos somos realmente iguales. Por otra parte, podemos luchar por la equidad, sobre todo en la «sociedad» que es la empresa. Puesta en práctica, la equidad como base de la experiencia de los trabajadores puede permitir :

  • acceso justo a las oportunidades (formación, desarrollo profesional, promoción),
  • una distribución justa de los recursos y el apoyo a todos los empleados, con un enfoque plenamente integrador y diverso,
  • un entorno de trabajo justo (en el sentido de sano, inclusivo, respetuoso) apoyado por una cultura organizativa justa,
  • la introducción de salvaguardias para prevenir cualquier situación problemática (discriminación, acoso).

Como garante de la equidad, la empresa se convierte en un espacio saludable donde los empleados pueden florecer, dar lo mejor de sí mismos y contribuir al éxito de la empresa.

Consejos para una experiencia de empleado satisfactoria

Para que los esfuerzos den fruto, el planteamiento de la empresa debe realizarse de la A a la Z y de forma sincera. Cuidado con la tentación del greatwashing (la discrepancia entre la comunicación sobre el bienestar de los trabajadores y la realidad dentro de la empresa), ¡que sería ruinosa para la imagen de la empresa!

Hay momentos clave en la carrera de un empleado que merecen especial atención y preparación:

  • la contratación, el primer contacto en una posible relación laboral, que puede considerarse un proceso previo a la integración,
  • integración, conocida como onboarding, merece ser preparada y llevada a cabo adecuadamente para sentar las bases del trabajo,
  • durante su permanencia en la empresa: atención a la salud física y mental, oportunidades de formación, un equipo directivo que escuche activamente, instalaciones adecuadas,
  • Offboarding: a menudo pasado por alto, el offboarding es un hito que no debe descuidarse, no sólo para la persona que se va, sino también para la empresa y los equipos que se quedan.

Bueno saber HappyTech: ¿conoces el movimiento HappyTech, iniciado por start-ups francesas? Es una tendencia que pretende volver a situar a las personas en el centro de las relaciones laborales, gracias sobre todo a las herramientas tecnológicas. Comeet, Ourcompagny, Boostyourfit… Inspiradas en la psicología positiva, estas empresas utilizan herramientas digitales (aplicaciones, IA, etc.) para ayudar a los empleados a crear vínculos en torno a sus intereses (deporte, actividades de ocio) o a expresar sus sentimientos, ideas y deseos de desarrollo.

¿Quieres echar un vistazo general al tema del «bienestar en el trabajo»? Lee nuestro artículo dedicado. Y a ti, ¿qué aplicaciones te gustaría implantar en tu empresa? ¡Háznoslo saber comentando en nuestras redes sociales!

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