¿Eres un emprendedor que quiere presentar su proyecto a un financiador? ¿Cómo puedes estar lo mejor equipado posible? ¿Cuáles son los elementos más solicitados? Aunque tu plan de empresa es esencial, hay otros elementos que pesarán en la balanza. Alexia Fray, analista financiera y formadora, responde a la pregunta: ¿qué espera un inversor de un emprendedor?
¿Cómo preparo mi plan de empresa?
El plan de empresa es una herramienta que presenta una serie de información importante sobre tu proyecto.
Para empezar, tienes que presentar un resumen: es el resumen ejecutivo.
Este texto debe responder a la siguiente pregunta: ¿cuál es tu propuesta de valor?
En otras palabras, ¿qué necesidad satisfaces?
¿Cuál es el valor añadido de tu oferta? ¿Qué sentido le das a tuproyecto?
Estudios de mercado
A continuación viene elestudio de mercado.
Ni que decir tiene que se trata de un pilar fundamental de tu plan de empresa.
El objetivo de este estudio esanalizar la oferta y la demanda en un mercado determinado, comprobar si tu proyecto responde a las expectativas de los consumidores y situarte en relación con tus competidores.
Te permite poner en marcha tuestrategia de ventas, así como tu plan de acción de marketing y comunicación.
El equipo del proyecto
Otro componente muy importante es la presentación del equipo del proyecto.
Las personas están en el centro del proceso.
Explica la complementariedad de los perfiles que componen tu equipo, presenta tu CV, expone tu trayectoria profesional y explica los pasos que te han llevado acrear este proyecto.
Cuanto más coherentes sean estos elementos con el proyecto, ¡mejor!
Por último, profundiza en la estructura jurídica prevista para tu proyecto (¿constitución?
¿Uno o varios socios? ¿Quién será el gestor? ¿Cuáles son las funciones de cada uno?)
Supuestos financieros
No olvides incluir en tu plan de empresa las hipótesis financieras que has hecho (precio, volumen, horario de apertura, etc.) y una previsión de pérdidas y ganancias coherente y lo más realista posible, que tenga en cuenta estas hipótesis y muestre los resultados financieros que esperas a lo largo de al menos tres años».
¿Cuáles son los otros puntos clave?
Veamos juntos la información adicional que examinará tu socio bancario. Serán sensibles a si tu proyecto es coherente con tu situación personal. Pones en marcha un proyecto, quieres desarrollarlo y vivir de él: los ingresos previstos deben corresponder a tus necesidades privadas. ¿Has evaluado esto? Un proyecto empresarial profesional suele ser una gran aventura: ¿has medido el impacto de tus elecciones a la hora de lanzar y desarrollar tu proyecto?
Tus bienes y activos financieros
Otro componente privado que interesará a tu banquero es tu patrimonio inmobiliario y financiero. Estos últimos proporcionan seguridad y pueden ofrecerse como garantía para la financiación que solicitas. Tus activos inmobiliarios son tus activos fijos (edificios, terrenos, etc.) y tus activos mobiliarios son principalmente tus activos financieros.
¡Tu compromiso y motivación deben brillar en tu solicitud! Demuestra a tu posible socio financiero que tienes ganas, que estás absolutamente convencido y que harás todo lo posible por triunfar. Si tú mismo no te lo crees, ¿por qué debería hacerlo tu socio financiero?
Por último, se observará atentamente tu capacidad para recurrir a todos los recursos posibles (personales, financieros, inversores terceros, financiación participativa, subvenciones y ayudas, etc.), así como tu capacidad para «presentar» tu proyecto.
¡Practica!
Tienes bien claro tu proyecto, lo tienes muy claro para ti, pero no para todos.
Practica la presentación de tu proyecto de forma sencilla, rápida y eficaz.
Tu capacidad para simplificar tu presentación de modo que sea fácilmente comprensible para todos, y tu disposición a ser interrumpido y a cuestionarte a ti mismo son las claves del éxito.
Encontrarás una buena formación para el pitching en Internet o en libros especializados en .
¿Dónde encaja la RSC en todo esto?
Vivimos en una sociedad en plena transformación. Se ha vuelto esencial integrar los factores económicos, por supuesto, pero también los medioambientales y sociales. Las generaciones más jóvenes, pero no sólo ellas, son ahora sensibles a los elementos que componen la responsabilidad social de las empresas. Y lo mismo ocurre con los socios financieros.
¿Cómo gestionas tus equipos? ¿Cómo interactúas con las partes interesadas en tu proyecto? Las empresas tienen todo el interés en tener en cuenta el impacto social y medioambiental de sus actividades.
¿Por dónde empezar? Puedes nombrar un responsable de RSE, o asignar responsabilidades de RSE a los empleados, realizar un análisis estratégico de las necesidades de RSE de tu empresa, iniciar un diálogo sobre el tema con tus interlocutores, organizar cursos de formación sobre RSE con tu equipo… Hay muchas acciones posibles. Mostrar tus valores es lo que da sentido a tu proyecto.
¿Qué te parece ampliar la presentación de los resultados financieros previstos?
Los resultados de la previsión deben basarse en hipótesis lo más realistas posible: hipótesis de precios basadas en el estudio de mercado y la oferta propuesta, hipótesis de volumen teniendo en cuenta los recursos desplegados y las limitaciones (tiempo de trabajo, tamaño del equipo, carácter estacional de la empresa, etc.).
Esto te permitirá estimar el volumen de negocio con la mayor precisión posible. Los gastos también deben ser lo más exhaustivos posible, ¡para evitar sorpresas desagradables! Algunos de ellos, como el presupuesto de comunicación, los locales comerciales o la remuneración de los empleados, deben explicarse. Las previsiones de beneficios deben elaborarse para un periodo de tres años.
El primer ejercicio no suele ser muy significativo, porque se ve afectado por el lanzamiento gradual de la empresa y los costes excepcionales. Se calcula que una empresa tarda tres años en despegar. Algunas empresas innovadoras proyectan la rentabilidad a más largo plazo y elaboran previsiones de pérdidas y ganancias a cinco años. Sigue siendo esencial examinar los resultados financieros previstos para ver si se puede alcanzar la cifra de ventas de equilibrio, es decir, la facturación mínima necesaria para cubrir los costes. Puede expresarse en euros o en número de días de venta.
Por último, también será necesario un presupuesto de tesorería para completar el enfoque financiero del plan de empresa.
Destaca los ingresos y desembolsos mensuales de efectivo y, por tanto, cualquier fluctuación estacional de la actividad empresarial , que justifique la necesidad de apoyo al flujo de caja.
Este artículo pertenece a nuestro primer número de la revista Audace.